Lei Jun, el dueño de Xiaomi: su comienzo humilde y su camino al éxito
¿Quién es Lei Jun?
Lei Jun nació el 16 de diciembre de 1969 en Xiantao, una pequeña ciudad en la provincia de Hubei, China. Hoy es conocido como el visionario detrás de Xiaomi, una de las marcas de tecnología más reconocidas del mundo. Pero su camino al éxito no fue fácil ni rápido: Lei Jun empezó desde abajo, sin lujos ni contactos, con una fuerte mentalidad emprendedora y un hambre imparable de aprender.
Sus primeros pasos: autodidacta y apasionado por la tecnología
Desde joven, Lei Jun se obsesionó con las computadoras. Estudió Ciencias de la Computación en la Universidad de Wuhan, donde terminó la carrera en solo dos años, algo fuera de lo común. Durante ese tiempo, leyó el libro de Steve Jobs, y fue entonces cuando decidió que él también quería crear algo que cambiara el mundo.
Después de la universidad, se unió a Kingsoft, una empresa de software china, donde escaló hasta convertirse en CEO en menos de 7 años. A la par, fundó su primer ecommerce, Joyo.com, que más tarde fue vendido a Amazon. Ya estaba dejando su huella en el mundo tech.
Ver esta publicación en Instagram
Cómo nació Xiaomi: el imperio que empezó con solo 7 personas
En abril de 2010, Lei Jun, un empresario chino con experiencia en la industria del software, decidió dar un paso arriesgado: fundar una nueva empresa de tecnología en un mercado ya dominado por gigantes como Apple y Samsung. ¿Su meta? Crear productos electrónicos de alta calidad a precios accesibles para todos.
Con un equipo inicial de solo 7 personas, Xiaomi nació en un pequeño departamento de Beijing. Sin oficinas lujosas ni grandes campañas publicitarias, solo contaban con una idea potente, mucho conocimiento técnico y una enorme ambición.
Desde el inicio, Xiaomi fue pensada como una empresa de internet antes que una marca de hardware. Su enfoque principal estaba en crear una comunidad de usuarios leales y comprometidos, que ayudaran a mejorar los productos a través del feedback constante.
En lugar de lanzar al mercado un dispositivo físico de inmediato, comenzaron desarrollando MIUI, una capa de personalización del sistema Android que captó rápidamente la atención de los usuarios por su velocidad y diseño intuitivo. Esta comunidad fue clave para testear ideas y construir confianza, incluso antes de lanzar el primer teléfono.
El primer smartphone: un cambio de juego
En 2011, solo un año después de su fundación, Xiaomi presentó el Mi 1, su primer smartphone. Fue una revolución: ofrecía especificaciones técnicas similares a las de los modelos más caros del mercado, pero a menos de la mitad del precio. El lanzamiento fue un éxito inmediato y se agotó en minutos.
Xiaomi apostó por vender exclusivamente online, eliminando intermediarios, lo que les permitió reducir aún más los costos. Esta estrategia fue una de las claves para crecer rápidamente sin necesidad de grandes inversiones publicitarias.
El crecimiento explosivo
En apenas cuatro años, Xiaomi pasó de ser una startup a convertirse en el mayor fabricante de smartphones en China. Su crecimiento fue tan rápido que en 2014 fue valorada en más de 45 mil millones de dólares, siendo considerada la startup más valiosa del mundo en ese momento.
Con el tiempo, Xiaomi expandió su catálogo con productos como televisores, pulseras inteligentes, routers, electrodomésticos, scooters eléctricos, e incluso cepillos de dientes inteligentes. Hoy, es una de las marcas tecnológicas más importantes a nivel global, con presencia en más de 90 países.
Lecciones para emprendedores
-
Validar antes de escalar: Xiaomi lanzó primero software (MIUI), no hardware. Probó su mercado antes de hacer grandes inversiones.
-
Escuchar a los usuarios: su comunidad online ayudó a perfeccionar cada producto.
-
Apostar por la eficiencia: su modelo de venta directa online les permitió competir con gigantes sin gastar millones en publicidad.
-
Cultura de innovación constante: Xiaomi lanza cientos de productos nuevos cada año, muchos en colaboración con startups.
La historia de cómo nació Xiaomi es una inspiración clara para cualquier emprendedor: no hace falta tener una gran empresa para crear impacto, sino una idea clara, foco en el usuario y mucha ejecución inteligente. Xiaomi nació como una pequeña startup, pero con visión global desde el día uno. Ese puede ser tu caso también.